Mejor el pescado blanco antes que el pescado graso.
Tienen menos grasa, por lo tanto, menos omega-3, pero también menos contaminación.
Incluye en tu dieta las mejores opciones: Bacalao, gallo, rape, mero, dorada o merluza.
¿Qué debemos evitar? El salmonete de roca, un pez pequeño rojizo muy usado para hacer suquet, que destaca por su contenido de arsénico y sobre todo de dioxinas.
¿Con qué debemos vigilar? El lenguado acumula cantidades considerables de plomo y arsénico.
Marisco de vez en cuando.
El grupo de marisco incluye crustáceos y moluscos (bivalvos y cefalópodos). Es interesante incluir la sepia, el calamar o el pulpo en la dieta.
Ojo con los bivalvos porque son filtradores de la contaminación del mar. Por ejemplo, los mejillones acumulan arsénico que excretamos por la orina en 2-3 días.
No debemos chupar la cabeza de gambas y langostinos, ya que es donde se concentra el cadmio, que tiende a acumularse en el hígado y los riñones y tarda mucho en eliminarse. Tampoco abusar de las gambas porque son el segundo producto que contribuye más a la ingesta de mercurio a través de la dieta (porque se consume de manera muy habitual).
Como último consejo incluye siempre algas de calidad cuando consumas pescado, te ayudarán a detoxificar. Pregunta en INCA sobre tu dieta personalizada y revisa con nosotros tu nivel de metales pesados.
SANDRA FARRÉ SCHNEIDER
UNIDAD DE TERAPIA REGENERATIVA CELULAR DE I.N.C.A. |
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