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CREMAS SOLARES ECOLÓGICAS, LA MEJOR OPCIÓN. |
20/06 |
¿Qué tipo de producto utilizar para nosotros o para nuestros niños?
¿Cuál es la diferencia entre una crema convencional y una crema ecológica?
Aquí vamos a intentar aportar algunas respuestas…
Al principio de cada verano nos solemos preguntar de nuevo sobre la cuestión de la protección solar. ¿Cómo protegernos del sol? Como todos sabemos, el sol es fuente de bienestar y de alegría, y para aquellos que son del norte de Europa es un manjar escaso por el que son capaces de migrar a España. Una de las razones es que los rayos UV del sol son necesarios para el cuerpo para generar vitamina D, y absorber calcio y fósforo, que son importantes para el cuerpo, especialmente para unos huesos sanos.
Pero los rayos de sol y más precisamente los rayos UVB y UVA, también pueden causar daños cuando nos exponemos demasiado a ellos. Los rayos UVB son los que causan las quemaduras directas, mientras que los rayos UVA causan un envejecimiento prematuro de la piel. Los dos pueden dañar las células y así contribuir a generar cáncer de piel.
Para protegernos contra ellos podemos cubrirnos buscando la sombra, o utilizar una de las múltiples cremas solares que hay en el mercado.
Estas cremas se distinguen básicamente por dos criterios importantes: el factor de protección y el modo de protección.
El factor de protección indica el tiempo que uno puede exponerse al sol sin quemarse: una persona que se quema en 10 minutos sin protección, puede exponerse 200 minutos con una protección del factor 20. Sin embargo, los factores son valores medios, con lo cual conviene no ir hasta el máximo del tiempo calculado para evitar daños en la piel.
El factor indica entonces en primer lugar la protección contra los rayos UVB. Desde el 2009, una directiva europea pide que el nivel de protección contra los rayos UVA sea al menos 1/3 del nivel de protección contra los rayos UVB, con lo cual las cremas que cumplen con este requisito, garantizan una protección contra ambos rayos. Se identifican con el sello “UVA” en el embalaje.
Sea el factor o la crema que sea, para bebés de menso de un año, se aplica la regla general de no utilizar ninguna y como consecuencia de no exponerlos al sol.
En cuanto al modo de protección, básicamente existen 2 tipos de filtros solares: los filtros minerales y los filtros bioquímicos.
Los filtros bioquímicos se utilizan en cremas solares convencionales, no son admitidos en cosmética ecológica. Como indica el nombre, son filtros que actúan de manera bioquímica convirtiendo los rayos UV en energía térmica. Una vez aplicada, una crema solar con filtro bioquímico necesita tiempo (generalmente unos 20 minutos) para interactuar con la piel y crear el efecto de protección. Varios trabajos de investigación, entre ellos uno de la Universidad de Zurich, han demostrado que estos filtros tienen efectos no deseados y pueden causar alergias e interferencias hormonales.
Artículo extraído de la revista MI HERBOLARIO, número 79 (ABRIL 2014)
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