Abrahan Hoffer, Linus Pauling, Richard A. Passwater, Michael Murray, Joseph E. Pizzorno, Michael Janson, Richard Firshein…, en Estados Unidos y Catherine Kousmine, Alain Bondil, André Denjean, Philippe-Gastón Besson, Luc Moudon, J. Fradrin, Jean Seignalet, Claude Lagarde…, en Europa, todos ellos y muchos otros, excelentes profesionales, han promulgado la terapéutica nutricional como herramienta indispensable para recuperar y mantener una buena salud. Los primeros, frecuentemente encuadrados en la llamada Nutrición Ortomolecular, y los segundos habitualmente relacionados con la Nutriterapia o la Nutrición Celular Activa. Los métodos y recomendaciones de unos y de otros han sido canalizados a través de infinidad de libros, conferencias y congresos.
Hoy en día diferentes Asociaciones y Sociedades de investigación, documentación y formación se mueven entorno a estos métodos, que solo profanos, ignorantes o presuntuosos, se atreverían a poner en tela de juicio. Efectivamente, miles de investigaciones por todo el mundo y millones las experiencias prácticas recogidas, demuestran que la corrección alimentaria y el aporte de cantidades óptimas de nutrientes vitales, puede ser más que suficiente para mejorar trastornos de salud crónicos y complejos.
>A continuación quiero presentar, de entre todos los reseñados, unas breves pinceladas de aquellos a quienes considero “padres de la nutrición terapéutica” y que han servido de inspiración para muchos de los que, como yo, creemos que la medicina del futuro pasa por esta nutriterapia.
CATHERINE KOUSMINE
La doctora Kousmine nació en 1904 en Hvalynsky (Rusia), una pequeña ciudad al borde del Volga. La revolución rusa obligó a la familia a instalarse en Suiza, donde prontamente Catherine sobresale como alumna aventajada en la escuela superior de Lausanne. Al terminar el bachiller debe escoger una carrera y aunque por entonces las ciencias estaban casi vetadas para las mujeres, termina medicina en 1928, como primera de su promoción. Seguidamente realiza su especialidad en pediatría, ya que como ella misma dijo esto le permitía tratar al individuo en su totalidad y no “recortar al ser humano en lonchas”.Ejerciendo como pediatra comenzó su sensibilización por el problema del cáncer al observar la impotencia de la medicina ortodoxa ante dos de sus jovencitos pacientes, que murieron por un sarcoma y de leucemia.
Mientras las tasas de cáncer aumentaban la Dr. Kousmine, con la ayuda de dos amigos, un químico y un farmacéutico, instalaron un pequeño laboratorio en su apartamento, donde comenzó sus investigaciones con ratas, alimentadas de dos diferentes maneras, con nutrientes vitales y con nutrientes desvitalizados. La Dr. Kousmine reflexionando en retrospectiva, sobre esta etapa de su vida, dijo: “Habíamos orientado sin saberlo nuestra investigación hacia lo que hoy se llama la medicina ortomolecular, es decir, la medicina que juega con moléculas propias del cuerpo (nutrientes) y particularmente con vitaminas. Dimos a las ratas todos los cuerpos biológicos asequibles sobre el mercado, observando como las ratas cancerosas evolucionaban con relación a las ratas que eran alimentadas convencionalmente.
Desde que en 1949 unos amigos le llevaron a su consulta un enfermo afectado de sarcoma y obtuvo resultados excelentes mediante la corrección alimentaria, Kousmine comenzó a aplicar su método en diferentes trastornos graves, como esclerosis múltiple, poliartritis crónica evolutiva y otros tipos de cánceres. Los resultados eran la mejor confirmación de lo acertado de su camino. Pudo constatar que la alimentación moderna, rica en grasas artificiales y desnaturalizadas, exceso de proteínas cárnicas, de azúcares y de alimentos muy refinados y manipulados, y por otro lado, carente de nutrientes vitales, como los ácidos grasos poliinstaturados, vitaminas, minerales y oligoelementos, está directamente relacionada con la mayor parte de las llamadas “enfermedades de la civilización”, muchos tipos de cáncer, trastornos cardiovasculares, artritis, etc. Kousmine consideraba que el error más grave de la alimentación moderna es destruir sistemáticamente la vitamina F, el ácido linoleico cis-cis.
A medida que pasaban los años la doctora Kousmine iba perfilando lo que se convertiría en un método, hoy practicado por cientos de profesionales de la salud, que iría encaminado a utilizar diferentes medios con el objetivo de devolver al propio organismo las capacidades de curación que había perdido. Los cimientos de este método son la corrección alimentaria, los complementos nutricionales, la higiene intestinal, el equilibrio acido-base y la inmunomodulación.
En los últimos años, jóvenes médicos se formaron en la consulta de la doctora Kousmine, ya que como ella misma declaró: “Los médicos modernos han sido formados para plantear un diagnóstico y prescribir medicamentos. En materia de nutrición no saben nada”. Estos apasionados alumnos formaron una asociación médica con el objetivo de seguir trabajando sobre las bases del método Kousmine, creando así en 1985 la Asociación Médica Kousmine Internacional (AMKI), que organiza seminarios de formación, congresos y publica boletines trimestrales.
Catherine Kousmine murió el 24 de Agosto de 1992, pero la asociación que lleva su nombre, la AMKI, continúa el trabajo que emprendió esta pionera incansable.
LINUS PAULING
El doctor Linus Pauling nació en 1901 en Portland, en el estado de Oregón (Estados Unidos). Sobresale por ser la única persona que ha sido laureada dos veces con el Premio Nobel, en 1954 en Química y en 1962 con el de La Paz. Fue un activo pacifista y militante antinuclear que participó en docenas de campañas. Fue impactante su presentación ante las Naciones Unidas de una petición, firmada por más de once mil científicos de todo el mundo, en contra de las pruebas con armas nucleares.
El Premio Nobel de Química se lo otorgaron por sus sobresalientes investigaciones sobre la estructura de las moléculas, la importancia de las proteínas y de los anticuerpos. Fue catedrático en el Instituto de Tecnología de California y en la Universidad de Stanford. El presidente Harry Truman y Gerald Ford le concedieron la Medalla Presidencial del Mérito y la Medalla Nacional de las Ciencias, respectivamente.
El término ortomolecular (griego orto = justo) lo utilizó por primera vez en 1969, en un artículo que publicó la revista Science bajo el título “Ortomolecular Psychiatry”. En este artículo Pauling hablaba sobre los trabajos de Hoffer quien había tratado y mejorado pacientes psiquiátricos graves, afectados por delirios, alucinaciones y psicosis, a base de un tratamiento con suplementos proteínicos, vitamina C y B3 a fuertes dosis. Definió la medicina ortomolecular como “terapia que conserva la salud óptima y trata las enfermedades variando las concentraciones de las sustancias que están presentes en el organismo (molécula justa) y que son necesarias para la buena salud”.
En 1970 publicó el libro “La Vitamina C y su uso diario”, donde indicaba que esta vitamina podría prolongar la vida en decenas de años y proteger de enfermedades como la gripe o el cáncer.
En la década de los setenta, Pauling constata que un desequilibrio bioquímico y celular precede a las enfermedades clínicamente detectables, definiendo así el concepto de “enfermedad de la molécula” o como otros han expresado “enfermedad celular”. Esta es la génesis de la Nutrición Ortomolecular: modificar la concentración de los nutrientes vitales, induciendo una verdadera Reestructuración Biológica Celular.
Aunque Linus Pauling ha sido especialmente conocido como promulgador de las extraordinarias virtudes de la vitamina C en dosis óptimas, este nutriente, aun siendo un pilar fundamental de la Nutrición Ortomolecular, no es el único, de hecho, una eficaz Reestructuración Biológica Celular necesita habitualmente de la conjunción y sinergia de varios nutrientes, entre ellos: vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos grasos, aminoácidos, enzimas, etc.
Los trabajos de Pauling, al igual que los de Kousmine, han dejado una impronta profunda en miles de profesionales de la salud, que estamos convencidos de que el aporte nutricional complementario es fundamental, tanto para mantener un estado óptimo de salud, como para prevenir de manera activa enfermedades crónicas e incluso mejorarlas cuando ya se han instaurado.
El Dr. Alain Bondil en el libro El Método Kousmine se refiere a la acorde integración de las experiencias de Pauling en la metodología Kousmine: La doctora Kousmine comprendió muy pronto el interés de los trabajos de Pauling. Aconseja a sus pacientes graves las megadosis de vitamina C que recomienda Pauling.
Linus Pauling falleció en 1994, en California. El Instituto que el creó en 1973, el Instituto de Ciencia y Medicina “Linus C. Pauling” en Palo Alto (California), así como varias Asociaciones Nacionales e Internacionales de Nutrición Ortomolecular, continuarán los trabajos e investigaciones de este, también, pionero incansable.
JEAN SEIGNALET
El más contemporáneo de los tres, el doctor Seignalet ha dedicado más de cuarenta años a la formación médica como clínico y biólogo. Interno de los hospitales de Montpellier, Jefe de Asistencia Clínia, hematólogo e inmunólogo y posteriormente biólogo en hospitales de alto nivel. Director del Laboratorio de Histocompatibilidad de Montpellier y autor del prestigioso libro: “L’ alimentation ou la troisième médecine”.
Para el profesor Seignalet si excluimos las infecciones bacterianas, virales y parasitarias, la patogenia o el mecanismo de desarrollo de la mayor parte de las enfermedades queda hoy en día desconocido o mal conocido.
Seignalet ha desarrollado una teoría que puede considerarse como una explicación razonable sobre la patogenia de numerosas afecciones. Los dos elementos importantes son el intestino delgado y la alimentación moderna.
Las investigaciones y experiencias clínicas del Dr. Seignalet han aportado carácter científico a la afirmación Hipocrática de: “Que tu alimento sea tu medicina”. Son cientos las referencias, que Seignalet utiliza en su libro, a investigaciones internacionales que alientan el ánimo de cuantos creemos que la medicina del futuro pasa por la profilaxis alimentaria.
Me ha parecido interesante incluir una de las múltiples reflexiones interesantes que encontramos en su obra:
“La patogenia de nuemerosas enfermedades permanece desconocida o muy mal conocida. Citemos en este cuadro el asma, la rinitis crónica, las alergias, los numerosos estados auto-inmunes, el acné, la psoriasis, las aftas de Behçet, la colitis, la enfermedad de Crohn, la rectocolitis hemorrágica, la nefropatía de la IgA, la fibromialgia, la diabetes de tipo 2, la depresión nerviosa endógena, la esquizofrenia, el Alzheimer, la aplasia medular, las hemopatías malignas, los cánceres, etc.
Nuestra ignorancia de los procesos que conducen a la génesis de estas diversas afecciones tiene desgraciadas repercusiones sobre el plan práctico. No sabemos prevenir estas enfermedades y, cuando se declaran, nuestras terapéuticas son ineficaces o insuficientemente eficaces o muy raramente eficaces. Lo ideal sería combatir las causas (tratamiento etiológico), lo que sería más beneficioso, que si cuidamos solamente las consecuencias (tratamiento sintomático) con resultados insconstantes o limitados.
Esta carencia patogénica que conduce a una insatisfacción terapéutica es muy irritante para el médico. Esta irritación crónica un día me condujo a plantearme la pregunta clave: ¿Cómo puede ser, con los importantes progresos realizados en numerosas ciencias, que seamos todavía incapaces de solucionar el mecanismo de tantas enfermedades?. Y una respuesta probable era la siguiente: La creciente complejidad de la medicina ha llevado a la mayor parte de clínicos e investigadores de alto nivel a una especialización cada vez más estrecha. Por tanto, no conocen más que algunas facetas de un estado patológico, pero no las otras. Esta visión parcial les impide llegar a una concepción global del problema”
No olvidemos que estas afirmaciones son hechas por uno de los profesionales de la salud con una carrera más dilatada y amplia, 40 años dedicados a la medicina y la biología, y considerado actualmente uno de los mayores expertos mundiales en el área de la nutrición terapéutica. Efectivamente, la visión holística de la salud, donde la etiología de trastornos aparentemente tan diferentes, concurren en una misma dirección: alimentación-intestino-emociones (estrés), nos señala inequívocamente hacia un camino diferente, donde la nutriterapia ocupe un lugar privilegiado dentro de la medicina preventiva y etiológica, conjugándola con la consecución del bienestar emocional, para depositar en manos de cada persona las riendas de su salud, con un modo de vida activo, donde el profesional de la salud, sea más un profesor o maestro de la salud y donde la medicina convencional intervencionista, siempre necesaria, sea afortunadamente, poco necesitada.
En síntesis, lo llamemos Nutrición Celular, Nutriterapia, Dietoterapia, Nutrición Ortomolcular o como lo ha acuñado el profesor Seignalet “Alimentación Ancestral”, todos y cada uno de estos términos están relacionados con la Corrección Alimentaria como soporte fundamental para generar cambios profundos, pero no agresivos, en el organismo con el objetivo de mantener o recuperar la salud. Todos los precursores de la nutrición terapéutica están de acuerdo en que las medidas fundamentales de sus métodos pasan por la dieta sana y el aporte de complementos nutricionales ricos en nutrientes vitales que difícilmente son aportados exclusivamente con la dieta (aun que esta sea correcta).
Después de 12 años de analizar y utilizar los métodos de Precursores de la Nutriterapia y comprobar los resultados de aplicar sus métodos creo que puedo plantear con criterio y rigor lo que vengo a llamar: EL MÉTODO I.N.C.A. (Instituto de Nutrición Celular Activa), que no pretende ser exclusivo o novedoso. Mi aportación al campo de la nutrición terapéutica consiste en la sintetización y concretización de todos los métodos que se pueden considerar habalados por el rigor científico y llevarlos a un marco común práctico y sencillo de aplicar.
EL MÉTODO I.N.C.A.
El Método que el Instituto de Nutrición Celular Activa (I.N.C.A.) utiliza y propone es el agrupamiento y síntesis de los estudios y experiencias de los profesiones de la Nutrición más cualificados, de las últimas décadas. La sencilla, pionera y eficaz metodología de la Dra. C. Kousmine y del Dr. J. Fradin, la inestimable aportación científica del Profesor J. Seignalet, la concretización conceptual en micronutrición del Dr. C. Lagarde , y por otro lado, las experiencias y estudios en bioquímica, aplicada a la nutrición, de precursores del otro continente, como el Dr Linus Pauling o Richard A. Passwater. El método consta de dos pilares más, en ocasiones olvidados: el equilibrio emocional, donde me inclino por la Psicología Humanista de Abrahan Maslow y la Sofrología y el Ejercicio Físico acorde a la condición física y las circunstancias particulares.
El siguiente esquema presenta esta metodología de trabajo, donde el Bienestar Emocional, la Alimentación Sana y el Ejercicio Físico, forman el triángulo de la profilaxis de la salud, son, efectivamente, los tres pilares fundamentales para mantenernos en buen estado (¿quién se atrevería a dudarlo?...). Desgraciadamente por factores medioambientales (alimentación errónea, polución medioambiental, etc), estresantes e higiénicos es necesario en muchos casos recurrir cíclicamente a otros tres pilares: La Detoxificación Celular Activa, la Reestructuración Biológica Celular y otras Acciones Específicas. Con estas últimas es posible, en muchos casos, recuperar la salud perdida, buscando entonces un verdadero Mantenimiento del Sistema, es decir, conociendo las tendencias constitucionales individuales y los factores del entorno que influyen particularmente, utilizar las herramientas necesarias para mantener el sistema en buenas condiciones. |