Al igual que el Cardo Mariano, el Diente de León está considerado uno de los mejores remedios para los trastornos del hígado. No obstante, su espectro de acción abarca también alteraciones renales. Un dicho francés sobre el Diente de León reza así: “Limpia el filtro renal, y seca la esponja hepática”. Ya que actúa sobre hígado y riñón no sorprende que sea una de las plantas más utilizadas en las curas estacionales de detoxificación.
Las hojas y la raíz contienen taraxacina, un principio amargo similar al de la achicoria, al que se deben sus propiedades tónicas y digestivas. Las hojas contienen además flavonoides, cumarinas y vitaminas B y C...