El ejercicio cardiovascular ha sido el más utilizado por los profesionales de la actividad física para perder peso graso (Binzen y col., 2001 citado por (Benito Peinado, 2008). No obstante, conocidos los beneficios del ejercicio cardiovascular en la pérdida de peso, diversos estudios han encontrado aspectos positivos en el entrenamiento con cargas más allá de la reducción en la masa grasa. En un estudio pionero llevado a cabo por Hunter con mujeres con sobrepeso, se comparó el efecto del ejercicio sobre su composición corporal. Se establecieron los siguientes grupos:
Sin ejercicio (NT)
Ejercicio cardiovascular (AT)
Ejercicio de fuerza (RT)
Las mayores pérdidas de peso se obtuvieron en el protocolo aeróbico, pero el mayor cambio de % de grasa se vio en el grupo de fuerza (Hunter et al., 2008).
Ho en 2012 realizó un estudio en el que se compararon los efectos del ejercicio sobre el perfil lipídico, la resistencia a la insulina, el cambio en el porcentaje de grasa y la pérdida de peso. Nuevamente se distribuyeron 4 grupos: control, ejercicio aeróbico, ejercicio de fuerza y combinación de ambos...