Es incuestionable la relación que existen entre la actividad física y la salud (Fentem, Bassey y Turnbull, 1998; Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton y McPherson, 1990), hasta el punto de considerar la propia inactividad como un factor de riesgo para las enfermedades modernas (Powell, Thompson, Caspersen y Kendrick, 1987; Tittel e Israel, 1991). Miles de tratados y libros se han escrito sobre esta indisociable relación. Tal como nadie, en su sano juicio, se atrevería a negar la relación entre alimentación y salud, igualmente cualquier persona de a pié sabe que debe “mantenerse en forma” haciendo algo de ejercicio físico regular, aunque solo sea andar a ritmo...