Los alimentos vegetales son una fuente de nutrientes esenciales: vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos grasos esenciales, etc. No obstante, son ciertos elementos no nutritivos, de los vegetales, los que han suscitado, en los últimos años, un mayor interés en el campo de la investigación, se trata de los fitoquímicos que poseen y que les confieren unas propiedades terapéuticas de incalculable valor y que prometen ser el eje del nuevo enfoque de tratamiento de muchas enfermedades que en la actualidad se abordan con métodos excesivamente artificiales.
Estos productos son vegetales que están formados por granos germinados, tallos, flores, raíces, que tras preparaciones especiales, han demostrado, científicamente, contener compuestos con características funcionales y nutracéuticas y con diversas propiedades, que pueden ser destinados a controlar, entre otros, las cantidades en exceso de los RADICALES LIBRES y las acciones destructoras de las células que originan infecciones.
Se sabe que existen cientos y probablemente miles de estos elementos fitoquímicos diferentes, aunque hasta ahora solo se han investigado las propiedades de unas cuantas docenas. Aunque no son nutrientes, muchos de ellos potencian la acción de ciertas vitaminas, como por ejemplo, los flavonoides y la vitamina C...