Coprinus comatus es un hongo de aspecto característico que presenta un sombrero ovoide alargado, es nitrófilo -tiene preferencia por suelos ricos en nitrógeno- y fácil de ver de primavera a otoño.
Curiosamente es sabido que, a lo largo de la historia, se utilizó la tinta en que se convierten una vez recogidas estas setas, para sellar documentos y confirmar su autenticidad como medida contra el espionaje. Este proceso de envejecimiento tan característico ocurre debido al alto contenido en enzimas proteolíticas que producen la rápida putrefacción y licuación de la seta.
Atendiendo a su importancia a nivel medicinal, se trata de un hongo que contiene gran cantidad de vanadio, componente que en 1980 demostró el mejoramiento en la actividad de la insulina en tejidos como el adiposo y el hepático, ayudando a la regulación de la glucemia; al mejorar la efectividad y la sensibilidad periférica de la insulina, mejoran algunas acciones de esta hormona como la habilidad de transportar nutrientes como la glucosa y aminoácidos dentro de la célula. Con esto nuestro organismo es capaz de regular la glucemia en presencia de menor cantidad de hormona.
Llamamos glucemia a la glucosa que circula por la sangre. Los niveles de glucemia, en los seres humanos, deben mantenerse entre unos valores relativamente estables. Cuando los niveles aumentan por encima del valor superior recomendado se produce la hiperglicemia, que usualmente ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para usar la glucosa como combustible y ésta se acumula en sangre, mientras que el cuerpo intenta deshacerse de ella a través de la orina, por lo que uno de los síntomas será la poliuria. Esta alteración está asociada a hábitos como comer en exceso, a la falta de ejercicio y a determinadas enfermedades como la obesidad, el síndrome metabólico o la diabetes tipo II...
