Muchos se ha hablado en los últimos dos años sobre el Glutatión, dado su poderoso efecto antioxidante, su capacidad para reforzar el sistema inmune, proteger a las células de los metales pesados, etc. Diferentes investigadores de relieve han llegado a considerar al Glutatión el antioxidante endógeno más importante en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, como sabemos este nutriente azufrado tiene una existencia “corta y frágil”, de hecho, no resulta interesante como complemento dietético, a no ser como parte de un complejo de moléculas azufradas. Por otro lado, hoy en día sabemos cuales son las mejores maneras de optimizar los niveles y eficacia del Glutatión:
- Tomar N-Acetil-Cisteína (materia prima del Glutatión)
- Tomar Vitamina C (ayuda en la reconversión del Glutatión Oxidado en Glutatión Reducido – GSH-forma activa-)
- Reducir el nivel de exposición a sustancias químicas tóxicas. Dado que el Glutatión va ha ser utilizado en la neutralización de metabolitos intermedios reactivos, derivados de la Fase 1 de Activación Hepática, pueden agotarse sus niveles y reducirse su eficacia para la Fase 2 de Conjugación y así acumularse sustancias nocivas que no pueden ser conjugadas convenientemente (ver capítulo 10).
- Tomar otros antioxidantes eficaces, como la vitamina E, el selenio y el ácido lipoico (estimula la actividad de las vitaminas C y E, además de la producción de Glutatión)...