|
TERAPIA ORTOMOLECULAR
UN SISTEMA INMUNE EFICAZ.
|
volver>> |
El Sistema Inmunitario (S.I.) es la defensa del cuerpo contra los ataques del exterior, sobre todo contra las infecciones bacterianas y víricas. Además, es el encargado de neutralizar y destruir las células mutadas o cancerosas, hecho muy frecuente y habitual en la vida de todos nosotros. Gracias a un S.I. eficaz todo queda en vanos intentos y la homeostasis celular vuelve a la normalidad.
Es evidente, y cientos de investigaciones así lo confirman, que con el paso de las décadas el funcionamiento de este sistema vital se va deteriorando, dando lugar a una menor resistencia inmunitaria frente a microorganismos y células cancerosas, al tiempo que comienza a reaccionar de manera extraña contra tejidos del propio cuerpo (patologías autoinmunes). No obstante, las alteraciones del S.I., incluso graves, no son exclusivas de la tercera edad, como evidencian las, cada vez más frecuentes, infecciones crónicas, candidiasis sistémica, síndrome de fatiga crónica, esclerosis múltiple, etc, que se pueden dar a edades tempranas.
Generalmente, cuando se dice de una menor respuesta inmunitaria al envejecer, se hace referencia a defectos estructurales y funcionales de las células de defensa llamadas Linfocitos T, que en medio de un importante número de células especializadas (luego veremos otras) resultan protagonistas indiscutibles. Los cambios funcionales en otras células de defensa, como son los fagotitos, no están tan claros y no parece que sufran grandes cambios con el paso de las décadas. Si existen alteraciones en la producción del grupo llamado citoquinas, disminuyendo la interleuquina 2, imprescindible para la proliferación de los comentados Linfocitos T. Por el contrario aumenta el factor de necrosis tumoral alfa, que interviene activando procesos inflamatorios y cancerosos.
Como ya comenté en capítulos anteriores (cap. 3 y 9) no es difícil interrelacionar el deterioro del Sistema Nervioso y Endocrino, que sucede con los años, con la disfunción del S.I. Típico ejemplo de esta interrelación sería la regresión de la glándula tímica (productora de linfocitos), así como un mal funcionamiento del eje hipotálamo-hipófisis. La interrelación entre estos tres sistemas es tan clara que sería preferible hablar de una neuro-psico-inmuno-endocrinosupresión típica de la tercera edad. De cualquier manera, como ya he comentado reiteradamente no debemos imbuirnos de un espíritu pesimista como si todos estuviéramos avocados a este deterioro. Prueba de ello es que un buen número de personas llegan a una edad muy avanzada sin presentar signos de deterioro del S.I...
|
|
05/03 |
Descargar documento completo
|
|
|