Otro de los síntomas generalmente asociados al envejecimiento son los problemas oculares. Existen tres trastornos oculares que claramente se suelen manifestar con el transcurso de los años: Las llamadas “Cataratas”, el Glaucoma y la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DAME).
El aumento en la incidencia de estos tres trastornos oculares en relación con el envejecimiento demográfico en los países desarrollados, sugiere que los factores ambientales como la dieta y el tabaquismo son aspectos más importantes que los de tipo genético.
Los pacientes de edad avanzada, suelen realizar dietas poco adecuadas, carentes o escasas en frutas y vegetales y, por lo tanto, deficientes en antioxidantes, minerales y en pigmentos carotenoides protectores. La menor ingesta de estos nutrientes cardioprotectores, se suma al hecho de que la edad por sí misma conlleva cambios degenerativos en los tejidos retinianos a partir de los 50 años, incluido la pérdida gradual de la melanina y la reducción de las defensas antioxidativas procedentes de las células: glutatión peroxidasa, superóxido dismutasa y catalasa.
La más común de las alteraciones de la retina relacionadas con la edad, es el cambio oxidativo originado por las diversas formas energéticas del oxígeno y otros oxidantes, así como al originado por la luz a la que los tejidos oculares se hallan expuestos...