El doctor Meter Mitchell obtuvo el Premio Nobel de Química al descubrir la Coenzima Q-10 y su papel en el metabolismo energético de todas las células. Actualmente los japoneses son quienes producen la Q-10 de todo el mundo. Las campañas de hace varias décadas de desprestigio en EE.UU. parecen estar más vinculadas a intereses comerciales de las grandes firmas farmacéuticas que a que exista algún problema real con el consumo de esta coenzima. Es un complemento absolutamente inocuo al tiempo de gran eficacia.
En los últimos años múltiples investigadores han dedicado todo su tiempo a estudiar esta coenzima: Japón, la antigua URSS, Europa y recientemente EE.UU.
La Coenzima Q10 es un importante nutriente con apariencia de vitamina que funciona bioquímicamente como un antioxidante y un “barrendero” de los radicales libres. Pero la Q-10 tiene, además, una papel bioquímico específico de gran importancia, siendo esencial para la producción de energía celular, y su función de producir energía en el corazón de estas. El estable fluido de energía necesario para sostener la vida depende directamente de la Q-10. No sería por nada que otorgaron el Premio Nobel a quien la descubrió.
Al hablar de la Acetil-L-Carnitina expliqué su papel a nivel intracelular, especialmente en su relación con las centrales de energía, llamadas mitocondrias: Pues bien, la Q-10 es absolutamente imprescindible para que nuestros tres trillones de células conviertan el oxígeno en energía pura...